¿Cómo Armonizar Vino y Fruta?
Se habla mucho de la armonización del vino con platos salados, aperitivos y quesos, pero también es importante hablar de la fruta. La verdad es que el vino va con casi todo, siempre y cuando elija el vino adecuado.
Los vinos más ligeros, dulces y afrutados son los que mejor acompañan a la fruta. Los vinos blancos ligeros aromáticos, rosados y espumosos son los más recomendados, por ejemplo, Malvasia, Sauvignon Blanc o Moscatel.
Si decide pedir una ensalada de frutas, es buena idea combinarla con un espumoso de moscatel. Con naranja, melocotón o fresas, un vino tinto ligero, afrutado y fresco puede estar bien, por ejemplo, un Pinot Noir.
Con frutos secos, como higos, dátiles, albaricoques y nueces, una copa de Oporto Vintage va muy bien. Pero ojo, prefiere frutos secos, como nueces y almendras, sin sal, ya que este elemento puede estropear la armonización con el vino. Si desea consumirlo con sal, prefiera vinos blancos o tintos más claros. Todavía dentro de los vinos de Oporto, estos generalmente armonizan bien con frutas rojas, como moras, frambuesas y fresas.
El melón, por su parte, es una fruta muy versátil, pudiendo combinarse con blancos claros o tintos. Esta fruta se utiliza en mesas de quesos y botanas, con el objetivo de suavizar la salinidad de los platos. La gran ventaja del melón es que está disponible todo el año.
Imagen de Engin Akyurt por Pexels