Pascua y vino: una tradición

Pascua y vino: una tradición

La Pascua no se trata solo de almendras, huevos y conejos de chocolate; ¡Un buen vino completa esta fiesta!

El origen de la tradición de beber vino en Pascua no es exacto, pero se supone que está relacionado con la Sagrada Comunión, en la que el vino y el pan son los principales alimentos.

¿Cómo combinar el vino con el almuerzo de Pascua?

Meriendas

Si en su almuerzo de Pascua decide servir botanas fritas, unos espumosos pueden ser buenas opciones, ya que intensifican los sabores y equilibran el sabor de las frituras.

Platos de pescado

Como ya sabemos, los platos de pescado maridan a la perfección con el vino blanco. El vino debe ser ligero y fresco para acompañar la suavidad del pescado. Normalmente, el pescado más consumido es el bacalao. Además, los vinos blancos también acompañan a platos que contienen naranja, limón y especias.

No obstante, también podemos incluir aquí algunos vinos tintos que combinan con pescados y mariscos. Tenga cuidado: los vinos tintos con taninos fuertes se superponen con el sabor de estos alimentos más delicados, así que no los use. Los vinos tintos más indicados son aquellos con niveles más bajos de taninos, como Pinot Noir (para pescados más grasos como el salmón) o Merlot (para parrilladas con fuerte condimento, por ejemplo).

Platos con carne

Los platos de carne, por supuesto, no pueden faltar en Semana Santa. En todo el país se consume cordero, cabrito, ternera y conejo en las distintas regiones. Con estos platos más fuertes puede elegir una Touriga Nacional, Cabernet Sauvignon o Alicante Bouschet.

Postre

Cuando se trata de Semana Santa, uno de los alimentos que nos viene a la mente de inmediato es chocolate. Lo mejor es un buen vino de Oporto, sobre todo cuando se trata de chocolate negro.

Imagen de Andry S por Pixabay